Compadre Lobo.

  

 Es el titulo de mi reciente descubrimiento, de un diamante que ya hace algunos años vio la luz pero que seguramente a muchos sigue deslumbrando.

   Es el nombre que Gustavo Sainz dio a su libro, aquel que escribio allá por los setentas (1977) y que gracias a los libreros de viejo (benditos entre la banda jodida y lectora) desenterre.

   En un arranque de ansiedad lo leí casi instantaneamente sin dejar de saborear cada parrafo - algo dificil para un libro de mas de trescientas páginas -Y es que algo provoco dentro de mí. Es dificil explicar que fue exactamente, pero creo que en estandares de crítica literaria fue algo mas emocional que teórico.

   Compadre Lobo es una novela de dificil digestión; su lenguaje denota la ligereza apropiada para cualquier lector, su narrativa es harto compleja. Y es que el ritmo de la novela brinca de un lenguaje común, usado entre los jovenes del barrio (que aún persiste) a las metaforas bellas, a alusiones poéticas y a disertaciones metafísicas. Es aqui donde creo radica la trascendencia de esta obra: muestra un mosaico en donde se conjuntan las piezas de un arcoiris en el cual caben muchos personajes que se entrelazan entre si: igual encuentras al negro y  al blanco; al artista y al teporocho; al azul y al rojo; a la prostituta y a la hija de un embajador. Todo narrado con un lenguaje en el cual tambien cabe la destreza, el academisismo, las metaforas, la poesia y el lenguaje común, que no vulgar.

   Cuenta la historia paralela de un escritor y un pintor, personajes principales que giran en torno a Amparo Carmen Teresa Yolanda, muchacha que se pasa la vida (la que le da la novela) entre ambos: como amiga, esposa, amante, confidente y guía espiritual. Narra su periplo de juventud, su desarrollo en torno al alcochol, la noche, las prostitutas, el cine, el barrio... La urbanidad misma.

   Segun cuentan esta novela esta enmarcada dentro de lo que se conoce como líteratura de la onda, aquella que dio grandes escritores: Parmenides García Saldaña y José Agustín entre otros y que se caracterizaba por el retrato fiel que hacian del entorno en el que vivian los jóvenes de finales de los años sesentas y parte de los setentas: su vida, familias, entretnimientos, músicas, bailes, novias, etcétera; Visto o más bien narrado dentro de lo que José Agustín llamo la contracultura en México. Nada de oficialismos, la pura neta del planeta dirian los que saben.

   Aunque "compadre Lobo" puede ser una novela de facil digestión contiene elementos que requieren de mayor aprhensión  ya que transita en una relidad ambivalente la cual invita al lector a adentrarse y hasta a ser complice y participe de las aventuras de los jóvenes que en su desarrollo hacia la madurez se encuentran con lo adulto, lo establecido y lo socialmente aceptable. Cito textual un parrafo: "Deben haber sido tres o cuarto metros, pero para Lobo era una distancia imposible de precisar -como la que hay entre quienes leen esta página y yo, que la escribo"

   Recomendable para adolsecentes, lectores empedernidos, amas de casa (para que recuerden trazos de su juventud) y todo aquel que quiera hechar un vistazo al México urbano del siglo pasado (que según algunos dicen "era mejor"). Leanlo y pláticamos.

Don Fer
(Octubre 2010)